Crédito: Flickr, Tristán Schmurr.

Hay muchas razones por las que la gente miente. Uno de ellos es que simplemente funciona porque la mayoría de las personas son terribles para detectar declaraciones engañosas. Por supuesto, existen ciertas técnicas que pueden ayudar a cambiar las tornas, que los profesionales de la aplicación de la ley, por ejemplo, utilizan de forma rutinaria. Sin embargo, eso no significa que deba comprar un polígrafo o graduarse de un entrenamiento especial del FBI para mejorar en la detección de mentiras.

En los últimos años, la investigación ha destacado el papel del enfoque cognitivo en lo que respecta a la detección de mentiras, ofreciendo herramientas accesibles para prácticamente cualquier persona.

Este enfoque cognitivo se refiere a las tácticas de entrevista activa que están diseñadas para señalar el comportamiento engañoso. Este enfoque se basa en la idea de que mentir es mucho más exigente desde el punto de vista cognitivo que decir la verdad, ya que siempre debe controlar sus mentiras para no enredarse en ellas.

Un par de psicólogos de la Universidad de Gotemburgo en Suecia revisaron 23 estudios realizados anteriormente sobre el tema conocido como metanálisis que sumaron casi 3000 participantes.

Descubrieron que el enfoque cognitivo para la detección de mentiras tenía una tasa de precisión promedio de solo el 52% en los observadores de la nave, que es un poco mejor que el azar. Sin embargo, los observadores informados (aquellos que fueron informados sobre en qué señales de engaño enfocarse) tuvieron una precisión promedio de casi el 75%.

El principio central del enfoque cognitivo es hacer preguntas que hagan que la tarea de un mentiroso sea aún más exigente. Idealmente, estas preguntas deberían tener un impacto mínimo en la capacidad de los que dicen la verdad para proporcionar una declaración. Se argumenta que este aumento diferencial en la dificultad para los mentirosos aumentará las diferencias verbales entre declaraciones verdaderas y falsas, en comparación con los métodos de entrevista estándar, escribieron los investigadores en la revista Applied Cognitive Psychology.

Los investigadores continúan mencionando tres técnicas de entrevista clasificadas bajo el enfoque cognitivo del engaño que cualquiera puede usar.

1. Carga cognitiva imponente

Esta técnica implica la introducción de estímulos externos que hacen que sea más difícil asignar la energía cognitiva necesaria para mantener una mentira.

Algunas de las cosas que puede intentar son pedirle al entrevistado que proporcione su declaración en orden inverso o que mantenga el contacto visual en todo momento. Otro truco ingenioso es pedirle al entrevistado que realice una tarea secundaria que consume energía mental mientras proporciona una declaración. Algo tan simple como lavar los platos mientras se habla puede ser suficiente para poner a un mentiroso en el pie izquierdo.

Las tareas diseñadas para aumentar la carga cognitiva afectarán la capacidad de los mentirosos para proporcionar una declaración más que la de los que dicen la verdad. Esto se debe a que mentir ya es una tarea más exigente, escribieron los investigadores.

2. Animar al entrevistado a decir más

Inspirados en los métodos de mejora de la memoria desarrollados en la investigación de testigos oculares, algunos estudios sugieren que animar al entrevistado a que hable más puede mejorar la detección del engaño. Cuantos más detalles ofrezca un mentiroso, mayores serán las probabilidades de hacer una contradicción que pueda indicar un engaño.

Se argumenta que los que dicen la verdad podrán proporcionar más información cuando se les anime a hacerlo, ya que sus declaraciones se basarán en recuerdos reales de un evento. Por el contrario, se espera que los mentirosos encuentren esta tarea difícil, ya que se les pedirá que fabriquen información más detallada en el acto, escribieron los investigadores en Suecia.

3. Hacer preguntas inesperadas

Los mentirosos son buenos para anticipar preguntas destinadas a verificar la veracidad de sus declaraciones y prepararán detalles inventados para respaldar su engaño. Según investigaciones anteriores, las mentiras preparadas son mucho más difíciles de distinguir de la verdad que las mentiras no preparadas.

Entonces, la idea es tomar desprevenido a un mentiroso haciéndole preguntas que no ha anticipado, pero que una persona que dice la verdad no tendrá dificultad en responder en el acto.

Se argumenta que para las preguntas imprevistas, los que dicen la verdad deberían proporcionar más información y respuestas más consistentes, en situaciones de entrevistas repetidas y grupales, en comparación con los mentirosos, escribieron los investigadores.

Los autores de la meta-revisión mencionan que el enfoque cognitivo parece ser efectivo siempre que los observadores estén capacitados en qué señales enfocarse. Aunque persisten numerosas preguntas, este resultado sugiere caminos potencialmente prometedores para esta innovadora área de investigación del engaño, agregaron.

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